Hoy en día, en nuestra sociedad, la mayoría de nosotros llevamos vidas
agitadas y tenemos numerosas responsabilidades, que nos demandan gran
atención y energía. Estamos muy atentos de lo que ocurre en nuestro
mundo exterior. Muchos sentimos gran necesidad de equilibrarnos
retomando el contacto con nuestro espíritu, con nuestra fuente creativa
interior.
Cada uno de nosotros posee en su ser un profundo sentido
de la verdad, la fuerza capaz de guíanos con acierto a lo largo de
nuestras vidas. Sin embargo, si dedicamos la mayor parte de nuestro
tiempo a mirar fuera de nosotros, viviendo inmersos en el mundo
exterior, perderemos contacto con la esencia misma de nuestro ser.
Necesitamos tiempo para cultivar el contacto con nuestro guía interno.
Necesitamos reeducarnos para prestar atención a esa parte de nosotros
que realmente sabe. Si dedicamos un tiempo metódicamente a este
ejercicio cada día, el tiempo necesario para aprender a relajar nuestros
cuerpos y nuestras mentes, poco a poco nos acercaremos a la conciencia
más profunda que existe dentro de nosotros. Esto demanda práctica,
paciencia y ayuda.
Es recomendable que cada vez que practiquemos una
meditación por visualización la hagamos de tal manera que nos resulte
fácil y natural. No debemos preocuparnos si no obtenemos una imagen
visual cuando meditamos. Algunas personas poseen una mente orientada
hacia lo visual, otras hacia la percepción auditiva, táctil…, acéptalo,
relájate y disfrútalo. Si inicialmente te cuesta, entonces acude a la
ayuda de libros o cintas grabadas con este tipo de ejercicios, con los
que se pueden alcanzar propósitos como:
Crear un santuario interior, nuestro lugar de paz y nutrición.
Contactar la guía interior, nuestra fuente de intuición y orientación.
Descubrir el niño interior, fuente de alegría, creatividad y autocuración.
Expresar la creatividad y descubrir sus posibilidades ilimitadas.
Equilibrar las energías masculina y femenina de nuestro interior, una unión que es base de toda creación.
Sanar nuestro pasado y nuestra alma.
Procurarnos un estado de paz, armonía y bienestar.
Shakti Gawain. Meditaciones.
miércoles, 28 de diciembre de 2011
Regalo de Ghandi:
Si yo pudiera dejarles
algún regalo,
dejaría acceso al sentimiento
de amar la vida de los seres humanos.
La consciencia de aprender
todo lo que fue enseñado
por los tiempos que pasaron...
Para recordar los errores que fueron cometidos y que no se repetirán jamás.
La capacidad de escoger nuevos rumbos.
Les dejaría, si pudiera,
el respeto por aquello que es indispensable:
Además del pan, el trabajo.
Además del trabajo, la acción.
Y, si todo faltara, un secreto:
El de buscar en el interior de si mismo la respuesta y la fuerza para encontrar la salida...
(Mahatma Gandhi)
dejaría acceso al sentimiento
de amar la vida de los seres humanos.
La consciencia de aprender
todo lo que fue enseñado
por los tiempos que pasaron...
Para recordar los errores que fueron cometidos y que no se repetirán jamás.
La capacidad de escoger nuevos rumbos.
Les dejaría, si pudiera,
el respeto por aquello que es indispensable:
Además del pan, el trabajo.
Además del trabajo, la acción.
Y, si todo faltara, un secreto:
El de buscar en el interior de si mismo la respuesta y la fuerza para encontrar la salida...
(Mahatma Gandhi)
sábado, 10 de diciembre de 2011
Reflexión.
Hoy
tenemos edificios más altos y autopistas más anchas, pero temperamentos
más cortos y puntos de vista más estrechos. Gastamos más, pero
disfrutamos menos. Ahora tenemos casas más grandes, pero familias más
chicas. Tenemos más compromisos, pero menos tiempo. Tenemos más
conocimiento, pero menos criterio. Tenemos más medicina, pero menos
salud.
Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero hemos reducido nuestros valores.
Hablamos mucho, amamos poco y odiamos demasiado.
Hemos llegado a la Luna y regresado, pero tenemos problema para cruzar
la calle y conocer a nuestro vecino. Hemos conquistado el espacio
exterior, pero no el espacio interior. Tenemos mayores ingresos, pero
menos moral.
Éstos son tiempos con más libertad, pero con menos
alegría; con más comida, pero con menos nutrición. Éstos son días que
llegan dos sueldos a las casas, pero aumentan los divorcios; son tiempos
de cosas más lindas, pero de más hogares rotos.
Por todo esto, propongo que, de ahora en adelante:
- No guardes nada “para una ocasión especial”, porque cada día que vivas es una ocasión especial.
- Busca tu “yo interior”, aprende a conocerte, lee más, siéntate en la
terraza y admira la vista sin fijarte en las malas hierbas.
- Pasa
más tiempo con tu familia y tus amigos, come tu comida preferida, visita
los sitios que ames. La vida es una sucesión de momentos para
disfrutar, no es sólo para sobrevivir.
- Usa tus copas de cristal. No guardes tu mejor perfume, úsalo cada vez que te den ganas de hacerlo.
- Quita de tu vocabulario las frases: “uno de estos días”, “algún día”,…
- Escribe ya aquella carta que piensas escribir “uno de estos días”. Di a tus familiares y amigos cuántos los quieres.
Extraído de: Ideario para el camino
Si me ves cansado...
Si me ves cansado fuera del sendero; ya casi sin fuerzas para hacer camino. Si me ves sintiendo que la vida es dura, porque ya no puedo, porque ya no
sigo...Ven a recordarme cómo es un comienzo, ven a desafiarme con tu desafío.
Muéveme el alma, vuélveme al impulso, llévame a mí mismo. Ya
sabré entonces encender mi lámpara en el
tiempo oscuro, entre el viento
frío. Volveré a ser fuego desde brasas quietas, que alumbre y reviva mi andar
peregrino.
Vuelve a susurrarme aquella consigna del primer paso para un
principio. Muéstrame la garra que se necesita para levantarme desde la caída.
Si me ves cansado fuera del sendero, sin ver más espacios que el de los
abismos.
Trae a mi memoria que también hay puentes, que también hay alas
que no hemos visto. Que vamos armados de fe y de bravura, que seremos siempre
lo que hemos creído. Que somos guerreros de la vida plena y que todo nos guía
hacia nuestro sitio.
Y que un primer paso, y que un nuevo empeño, nos lleva a la
forma de no ser vencidos. Que el árbol se dobla, se agita, se estremece,
deshoja y retoña, pero queda erguido. Que el único trecho que da el de adelante, es aquel
que cubre nuestro pie extendido.
Si me ves cansado fuera del sendero,
solitario y triste, quebrado y herido. Siéntate a
mi lado, tómame las manos, entra por mis ojos hasta mi escondrijo. Y dime...Se
puede! e insiste.....Se Puede!. Hasta que yo entienda que puedo lo mismo.
Que tu voz despierte desde la certeza, al que de cansancio se
quedó dormido. Y, tal vez si quieres, préstame tus brazos, para incorporarme,
nuevo y decidido. Que la unión es
triunfo, cuando hombro con hombro vamos...si, se puede!!, con el mismo brío.
Si me ves cansado fuera del sendero, lleva mi mirada hacia tu
camino. Hazme ver las huellas, que allá están marcadas. De un paso tras otro
por donde has venido. Y vendrá contigo una madrugada, la voz que insiste para
un nuevo inicio.
Que abriré otro rumbo porque si he creído, Que siempre se
puede....se puede, mi Amigo...!
- Desconozco su Autor -
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