Cada
una de vuestras vidas en este plano se os educa para que penséis que
debéis ser una cierta entidad o ejercer una determinada profesión, y
sois escrupulosamente vigilados por vuestra familia y la sociedad para
asegurarse de que os convirtáis precisamente en ello, pero nadie tiene
un propósito que no haya sido planteado por él mismo. Los Padres
Creadores no han dado directrices a nadie de cómo
debería ser su vida, salvo una cosa. Y lo único que desean para
vosotros es proporcionaros lo esencial del ser. Y es que seáis dichosos,
sin importar lo que tal dicha signifique para vosotros. Pues cuanto más
felices y dichosos seáis dentro de vuestro precioso y divino ser, más
cerca estaréis de estar en armonía con toda la vida. De manera que el
único deseo de los Padres Creadores para vosotros es que seáis felices. Y
esto es, en verdad, el máximo valor emocional que existe. Es el mayor
logro en la vida. Haber entendido la alegría y haberse convertido en
ella es el único destino que se ha conferido a toda la humanidad
—cualquiera que sea el plano que habite o el entendimiento que haya
alcanzado— porque cuando habéis regresado a un estado de gozo y
felicidad, habéis regresado a un estado de Divinidad, ya que los Padres
Creadores son el paradigma de la alegría.
Tenéis el poder de crear
cualquier cosa que deseéis, desde lo más vil hasta lo más bello y nunca
os juzgará. La alegría es libertad de movimiento sin interrupción. Es
libertad de expresión sin juicio. Es libertad de ser sin miedo o
culpabilidad. La alegría es saber que creáis la vida a vuestra manera.
Cuando estáis en un estado de gozo, estáis en el flujo de la
Naturaleza-Dios. Y en ese flujo, no hay lugar para los celos, la furia,
la amargura o la guerra.
Angel Luis Fernández. http://www.esdeihewe.com