11:11 ...
El 11:11 del reloj digital significa
que el 11 de noviembre del 2011 a las 11 P.M. será el momento en que las
espirales evolutivas de la dualidad y de la unidad se separen
finalmente y se cierren del todo las tres grandes puertas dimensionales,
pues será el principio de la inmersión en la siguiente densidad, lo
cual será irreversible.
Seguramente por esta razón hay personas bien
intencionadas, pero con una información errónea, que difunden
doctrinas, liturgias y ejercicios que terminan confundiendo a quienes
les escuchan. Es muy importante ahora erradicar la idea de que en el
2012 se va a producir una ascensión para ir a “casa” o a un lugar
superior lejos de este enclave y que, por el contrario, lleguen a asumir
que su “casa” está aquí, en Nungimecha, y que deben sentirse aquí como
en su casa, porque ésta es la casa de todos.
Así pues, para
encontrar los niveles adecuados de conciencia para esa transformación es
necesario experimentar por uno mismo la Dualidad y la Unidad.
Por
la misma razón, no falta los que hablan del 12:12 y ello también
constituye una apreciación desafortunada. Desde siempre las grandes
puertas de la esfera así como la de otros planetas, galaxias, cúmulos y
universos se mueven por los números maestros que están compuestos por
dígitos dobles, tales como el 11, 22, 33, 44, 55, 66, 77, 88, 99. Esta
es la secuencia de Unidad y la Totalidad, sin embargo la visualización
del 12:12 es dar un paso atrás.
También oiréis hablar a ciertos
grupos de 11 puertas que es preciso atravesar antes de llegar al
invierno del 2012, y se pasan visitando países para activar esas puertas
(abrirlas), otros van a otros países a enterrar espejos, ayudar a la
naturaleza, etc. Pero no se dan cuenta que lo único que realmente cabe
hacer es subir los escalones espirituales. Cada escalón es una banda de
energía nueva. La segunda banda de energía tiene una nota vibracional
única. La segunda banda, por ejemplo, suena parecida a la nota Do.
Las emociones, el decir, la primera banda, significan ir haciendo una
reevaluación continua de las viejas formas de sentir y amar. A medida
que se pierda la vinculación con lo tradicional, lo cultural y las
experiencias del pasado, aprenderéis a vivir y controlar vuestras
emociones y, ciertamente, lo más importante para iniciar el proceso, es
sanar vuestro corazón que es, en definitiva el espacio donde radican
vuestras emociones.
La segunda banda es la que creara los vórtices
de energía para una inserción más profunda en lo físico, actuando como
generadores de resonancia.
La tercera banda es la conciencia global, donde se colapsan vuestros viejos patrones costumbristas y culturales.
La cuarta banda es la de las hebras de ADN, y que muchas veces
experimentaréis, en ocasiones brevemente y otras en largos periodos.
Esto hará que os conectéis con el futuro. Será un cambio de plaquetas,
una disolución de velos. Habrá largas hebras de ADN que cambiaran su
frecuencia vibratoria hasta ubicarse de nuevo en la molécula central y
ésta quede calibrada para vuestro inminente paso evolutivo.
La
quinta banda es la reconfiguración de vuestro laberinto evolutivo. Será
una unión en espiral de los cuatro elementos. Es un cambio sutil, los
cuatro elementos fusionados, las cuatro direcciones transformadas hará
que os transforméis en seres verdaderos, auténticos y sobre todo
honestos. Os hará seres nuevos y auténticos y os llevara a niveles
vibracionales más altos.
La sexta banda significara estar
conscientemente alerta. Os hará entrar en un sentimiento de
responsabilidad para, de una manera consciente cimentar la unidad. Esto
os hará más compasivo a todo lo que os rodea. Pero también es una de las
bandas de energía más importante porque significa la elección o
definición entre permanecer en la dualidad o la transformación de la
unidad decidiendo lo que se quiere hacer y con quién se desea
evolucionar. Esto implica alcanzar un punto de no retorno a lo pasado.
La séptima banda es la de ver lo que era invisible o no podíais ver
bien. Es el tiempo de las visiones reveladoras, en el que los velos se
disolverán alrededor vuestro. Desde este nivel podréis ver y sentir los
hilos de vuestros seres entretejidos en un solo ser, ese es el momento
en que entréis en acción.
La octava banda es el despertar del
corazón, el ingreso al nuevo mundo de vuestro cuerpo emocional. Al
despertar vuestro corazón, muchos elementos que percibíais como
separados se fusionarán en uno solo. Esto significara la condensación
del logro de vuestros más íntimos deseos personales, ingresando en
vuestro verdadero destino y propósito al mismo tiempo que servís a los
demás. De este modo, el corazón se constituirá en vuestro nuevo cimiento
y así, todos vuestros propósitos futuros se construirán sobre esta
base, una vez que vuestros nuevos cimientos vuelvan al amor puro y
verdadero, volveréis a estar en el tiempo correcto y en el lugar
correcto. El reino del amor más puro y verdadero se activará dentro de
nosotros; se tratará del amor más fuerte y verdadero que jamás hayáis
conocido. Por eso esta banda es muy importante, pero a la misma vez muy
delicada ya que decide muchas cosas. Entonces será el tiempo de la
reconexión, reconexión con vuestro propósito verdadero, reconexión con
la persona clave para vuestro futuro, reconexión con los lugares
correctos y reconexión con vuestro Amor verdadero.
La novena banda
es la de la comunicación. Pasareis a través de una membrana que ha
mantenido separados todos los elementos en vuestro interior, que están
predestinados a unirse en Unión Sagrada, de forma que al disolverse esta
membrana, puedan ingresar al Mundo de la comunicación y del
conocimiento, una comunicación sublime impregnada de amor, cuya
revelación hasta el mismo núcleo del signo es intensa y autentica,
experimentando el máximo nivel de éxtasis; por otra parte, mucho más
real que cualquier cosa que podáis imaginar.
La décima banda es la
conformación de una nueva esfera: ¡un nuevo planeta! En el que
comenzaréis a salir del mapa de lo conocido, provocando un cambio a
nivel celular central. ¡Nada volverá a ser como antes! Vuestra dinámica
central será de una integridad constante, de profundas convicciones y
compromisos con el Todo y con Todos, cruzando un punto “sin retorno” de
entrada en una matriz totalmente nueva.
Estas bandas de energía
elevaran vuestra vibración dimensional, y os conectaran con la
naturaleza y el universo. De este modo, volveréis a ser vosotros mismos,
sin sometimientos, sin lastres, libres. Y así será por siempre, para
siempre.
Mensajeros de la Luz- Angel Luis Fernández
www.esdeihewe.com
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