Los resentimientos solo sirven para entregar
el control de vuestra vida emocional a los demás y permitir que os
manipulen, ofreciéndoos una excusa para regresar a vuestros viejos
hábitos; por ello, debéis intentar convertiros en personas que
rehúsen ofenderse por nadie, por nada o por ninguna circunstancia; de
alguna manera, no ofenderse es la manera de asumir que poseéis el
control de vuestros sentimientos y que decidís estar en paz,
independientemente de lo que suceda y aunque, ciertamente, existen
momentos en los que resulta inevitable ofenderse al sentirse agredidos
por algo o por alguien que os densifica con una palabra o una acción
determinada, habéis de entender que cuando se ofende, se está juzgando y
ese juicio siempre estará viciado desde el principio por cuanto existen
en el cerebro humano áreas recónditas secretas cuyo acceso está
restringido a la propia persona y que nunca se comparte por lo que, al
carecer, de facto, de todos los elementos de juicio, premisas,
motivaciones y argumentos, la conclusión final será fundamentalmente
injusta; por esa razón, cuando dejéis de juzgar y os convirtáis tan solo
en simples observadores, seguramente entenderéis de qué se trata la paz
interior.
Angel Luis Fernández.
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