Nada se debería juzgar porque nadie es juez de nada y nunca se
cuenta con todos los elementos, premisas o recursos para un
enjuiciamiento justo, pero, en cualquier caso, si se ha de juzgar por
imperativos sociales, culturales o costumbristas,
antes de hacerlo es necesario conocer bien a fondo todos los
condicionamientos y circunstancias que concurren ya que nadie debería
dejarse influenciar por los demás, por sistema, sino escuchar
atentamente de forma activa porque para experimentar grandes retos es
necesario expandir la consciencia, la propia esencia, y ciertamente
antes de opinar sobre algo, es preciso informarse bien, a fin de poder
pensar por uno mismo, de forma aséptica, y aunque es verdad que la
independencia absoluta de pensamiento no existe porque, de una u otra
manera, siempre se reciben influencias de otras personas, es preciso
actuar con la máxima ecuanimidad y altura de miras porque una de las
grandes dificultades de los temores es que no dejan crecer y vivir en
plenitud, y ten muy claro que si no aprendes a afrontar tus propios
miedos te encontrarás en una situación similar a la de pretender
cosechar de un árbol que se riega con agua contaminada; te resultará
complicado obtener buenos frutos.
Angel Luis Fernández.
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