miércoles, 28 de marzo de 2012
jueves, 22 de marzo de 2012
La cuchara
Un
estudiante de zen se quejaba de que no podía meditar: sus
pensamientos no se lo permitían. Habló de esto con su maestro
diciéndole: "Maestro, los pensamientos y las imágenes
mentales no me dejan meditar; cuando se van unos segundos, luego
vuelven con más fuerza. No puedo meditar. No me dejan en
paz". El maestro le dijo que esto dependía de él mismo y
que dejara de cavilar. No obstante, el estudiante seguía
lamentándose de que los pensamientos no le dejaban en paz y que
su mente estaba confusa. Cada vez que intentaba concentrarse,
todo un tren de pensamientos y reflexiones, a menudo inútiles y
triviales, irrumpían en su cabeza.
El maestro
entonces le dijo: "Bien. Aferra esa cuchara y tenla en tu
mano. Ahora siéntate y medita". El discípulo obedeció. Al
cabo de un rato el maestro le ordenó:"¡Deja la
cuchara!". El alumno así hizo y la cuchara cayó obviamente
al suelo. Miró a su maestro con estupor y éste le preguntó:
"Entonces, ahora dime quién agarraba a quién, ¿tú a la
cuchara, o la cuchara a ti?.
“El gusano y la mariposa”
Había una vez un
gusano que iba por el campo. Era de color blanco con puntitos verdes en la espalda. Nadie lo
quería porque decían que era muy feo y repugnante. El pobre gusano se
arrastraba muy triste por el suelo. Cuando llegaba a una planta, todos los
insectos que había en ella se burlaban de él. No encontraba a nadie que le
hiciera compañía, o quisiera jugar con él.
La única distracción
que tenía era subirse a lo alto de un árbol y ver volar a las mariposas. Daría
cualquier cosa por volar como ellas. Se pasaba allí horas y horas
observándolas. Pero cuando bajaba al suelo, volvía a encontrarse con las mismas
burlas e insultos de siempre. Cansado de todo esto, decidió subirse a lo más
alto de un árbol para que nadie pudiera encontrarlo. Nunca más volvería a bajar
al suelo.
Un día, una mariposa
se puso a descansar en la rama donde estaba él. Éste se acercó hacia ella y
comenzaron a hablar. Al final, se
hicieron muy amigos.
Y desde entonces, pasaban largos ratos
hablando y estando juntos. Después de un tiempo, el gusano le hizo esta
pregunta:
- ¿Por qué has
querido ser mi amiga si nadie me quiere por lo feo y repugnante que soy?
Y la mariposa le
respondió:
- Lo que importa
para ser amigos, no es cómo eres por fuera, sino lo buena persona que eres por
dentro.
El gusano estaba muy
contento porque había encontrado un amigo de verdad. Estaba tan feliz que, una
noche, mientras estaba durmiendo en lo alto de su árbol, su cuerpo comenzó a
transformarse. A la mañana siguiente, se había convertido en una mariposa
bellísima, como nunca se había visto. Cuando su amiga mariposa vino a verle, y
vio lo que le había ocurrido, se alegró mucho y le dijo:
- Ahora has sacado
hacia fuera la belleza y lo buena persona que antes eras por dentro.
Y las dos mariposas
se pusieron a volar juntas. Desde ese momento, cada vez que veían a un gusano
triste en lo alto de alguna rama, bajaban y se ponían junto a él. Y se volvía a
repetir la misma historia.
martes, 13 de marzo de 2012
Alcanzar el propósito en la vida.
El alcanzar el propósito en la vida
tiene un matiz enormemente irónico. Las cosas que con anterioridad
considerabas tan importantes pierden su atractivo. No te importa ya lo
que puedas encontrarte por el camino y, sin embargo, compruebas que esas mismas
cosas llegan a tu vida en cantidad cada vez mayor. La alegría, sin
embargo, no se halla en la llegada de esas «recompensas», sino en la
experiencia que representa pensar y actuar con un propósito. Dar se hace
más importante que recibir, porque dar está de acuerdo con tu
propósito. Rechazas ahora la carga que representa coleccionar,
clasificar, asegurar y preocuparte por las posesiones. Conoces el
significado de las palabras de Satya Sai Baba: «Los muchos deseos del
hombre son como las pequeñas monedas de metal que lleva en el bolsillo.
Cuantas más tiene, más lo abruma su peso». Sabes con toda certeza cuándo
has alcanzado el propósito. No necesitas que te lo diga nadie. Lo
sabes, porque no te cuestionas ya el sentido de tu vida. Sabes que todo
cuanto haces está en sincronía con la obra de Dios, porque te hallas en armonía y todas y cada una de las actividades de tu vida están destinadas a la realización de tu propósito.
¿Estás dispuesto a dar un propósito a tu
vida? ¿Estás preparado para volver en tu mente al momento anterior a tu
concepción y preguntar a tu yo superior «¿Por qué vine aquí?»? Cuando
recibas la respuesta, que
te hablará de dar y no de recibir sea cual
fuere tu vocación, tu energía vital empezará a desplazarse
automáticamente y a pasar del sufrimiento al propósito. Cuando inicies
el viaje hacia una vida basada en el propósito, estarás entrando en el
reino de la realidad mágica.
Dr. Wayne Dyer
Tus Zonas Mágicas
QUIERO DEJAR MI ALMA LIBRE!
Quiero dejar mi alma libre para que
pueda disfrutar de todos los dones que los espíritus poseen. Cuando esto
sea posible, no intentaré conocer los cráteres de la luna, ni perseguir
los rayos del sol hasta su fuente. No procuraré entender la belleza de
la estrella, ni la desolación artificial del ser humano.
Cuando sepa cómo liberar mi alma,
seguiré a la aurora, y trataré de volver con ella a través del tiempo.
Cuando sepa liberar mi alma, me sumergiré en las corrientes magnéticas
que desembocan en un océano donde todas las aguas se cruzan, y forman el
Alma del Mundo.
Cuando sepa liberar mi alma, procuraré leer la espléndida página de la Creación desde el principio.
Paulo Coelho
El texto está adaptado de un poema de JohnMuir
lunes, 5 de marzo de 2012
EL FLORERO DE PORCELANA
El
Gran Maestro y el Guardián se dividían la administración de un
monasterio Zen.
Cierto día, el Guardián murió, y fue preciso sustituirlo.
El Gran Maestro reunió a todos los discípulos para escoger quién tendría la honra de trabajar directamente a su lado.
- Voy a presentarles un problema -dijo el Gran Maestro- y aquél que lo resuelva primero, será el nuevo guardián del Templo.
Terminado su corto discurso, colocó un banquito en el centro de la sala. Encima estaba un florero de porcelana carísimo, con una rosa roja que lo decoraba.
- Éste es el problema -dice el Gran Maestro -resuélvanlo-.
Los discípulos contemplaron perplejos el "problema", por lo que veían los diseños sofisticados y raros de la porcelana, la frescura y la elegancia de la flor. ¿Qué representaba aquello?
¿Qué hacer? ¿Cuál sería el enigma?
Cierto día, el Guardián murió, y fue preciso sustituirlo.
El Gran Maestro reunió a todos los discípulos para escoger quién tendría la honra de trabajar directamente a su lado.
- Voy a presentarles un problema -dijo el Gran Maestro- y aquél que lo resuelva primero, será el nuevo guardián del Templo.
Terminado su corto discurso, colocó un banquito en el centro de la sala. Encima estaba un florero de porcelana carísimo, con una rosa roja que lo decoraba.
- Éste es el problema -dice el Gran Maestro -resuélvanlo-.
Los discípulos contemplaron perplejos el "problema", por lo que veían los diseños sofisticados y raros de la porcelana, la frescura y la elegancia de la flor. ¿Qué representaba aquello?
¿Qué hacer? ¿Cuál sería el enigma?
Pasó
el tiempo sin que nadie atinase a hacer nada salvo contemplar el
"problema", hasta que uno de los discípulos se levantó,
miró al maestro y a los alumnos, caminó resolutamente hasta el
florero y lo tiró al suelo, destruyéndolo.
- ¡¡¡ Al fin alguien que lo hizo !!! - exclamó el Gran Maestro-
Empezaba a dudar de la formación que les hemos dado en todos estos años , Usted es el nuevo guardián.
Al volver a su lugar el alumno, el Gran Maestro explicó:
- Yo fui bien claro: dije que ustedes estaban delante de un "problema". No importa cuán bello y fascinante sea un problema, tiene que ser eliminado.
Un problema es un problema; puede ser un florero de porcelana muy caro, un lindo amor que ya no tiene sentido, un camino que precisa ser abandonado, por más que insistimos en recorrerlo porque nos trae comodidad... "Solo existe una manera de lidiar con un problema": mirarlo y soltarlo.
En estas horas, no se puede ser tentado por el lado fascinante que cualquier conflicto acarrea consigo.
- ¡¡¡ Al fin alguien que lo hizo !!! - exclamó el Gran Maestro-
Empezaba a dudar de la formación que les hemos dado en todos estos años , Usted es el nuevo guardián.
Al volver a su lugar el alumno, el Gran Maestro explicó:
- Yo fui bien claro: dije que ustedes estaban delante de un "problema". No importa cuán bello y fascinante sea un problema, tiene que ser eliminado.
Un problema es un problema; puede ser un florero de porcelana muy caro, un lindo amor que ya no tiene sentido, un camino que precisa ser abandonado, por más que insistimos en recorrerlo porque nos trae comodidad... "Solo existe una manera de lidiar con un problema": mirarlo y soltarlo.
En estas horas, no se puede ser tentado por el lado fascinante que cualquier conflicto acarrea consigo.
Recuerda
que un problema, es un problema.
No
tiene caso tratar de "acomodarlo" y darle vueltas, si al
fin y al cabo ya no es otra cosa más que "UN
PROBLEMA".
Déjalo, hazlo a un lado y continúa tu misión. Que nada interrumpa tu vida, que nada se interponga entre tu y la felicidad.
No huyas de él... No lo escondas ...
Déjalo, hazlo a un lado y continúa tu misión. Que nada interrumpa tu vida, que nada se interponga entre tu y la felicidad.
No huyas de él... No lo escondas ...
¡ Acaba
con él y sigue tu camino! Tomado de la Web
viernes, 2 de marzo de 2012
Especial.
Dondequiera que te
encuentres y quien quiera que seas; quiero que estés seguro que tu eres un ser
sumamente especial. Llevas contigo muchas cosas que quizás desconoces que
posees, porque no te detienes en tu cotidiano afán a buscar dentro de ti mismo,
lo bueno que puedas brindar. Otros no tienen lo especial que hay en ti, porque
solamente a ti se te ha dado para que lo compartas debidamente.
Desde el instante en
que se te ha permitido la vida, has pasado a formar parte del inmenso
rompecabezas que juntos debemos amar y en donde nadie está de más ni de menos.
No hay un ser que lleva la vida en vano, todos tenemos una misión especial y
cada cual le corresponde descubrirla y llevarla a cabo de la mejor manera. Tú
que lees estas líneas no lo dudes, eres indispensable y especial.
Autor Desconocido
Dualidad.
Todo en los universos responde a un orden dual,
constituyendo cada polo un marco de referencia del otro, por lo que no se puede
determinar en ningún caso que sea uno más verdadero o real que el otro, o que
el uno constituya la verdad absoluta, frente a la esencia indisoluble del otro.
Es preciso comprender que ambas polaridades se complementan y constituyen en sí
mismas el eje transversal sobre el que se
construyen la armonía y el equilibrio universal.
Dentro de esa dualidad, nos encontramos siempre con
el arriba y el abajo, el delante y el detrás, el positivo y el negativo, la
oscuridad y la luz, el blanco y el negro, o el adentro y el afuera. Justamente
aquí vamos a detenernos por unos instantes:
El "Afuera" significa la imagen, la
materia y la densidad del alma; el "Adentro" se refiere a la
intensidad del espíritu, a lo inmaterial y al Amor. De igual modo, todos los
seres que pueblan los universos, comienzan su singladura desde los niveles más
densos del "Afuera" a los menos densos del "Adentro",
terminando por esfumarse en unos niveles vibratorios de altísima intensidad y
frecuencia que los vuelve indetectables para los demás; este camino
introspectivo hacia el interior de uno mismo es precisamente lo que permite el
avance de las criaturas hacia cotas más altas de perfección y de progreso. Del
mismo modo, las sociedades responden a un proceso parecido por el que, de los asentamientos
primarios en las superficies de los mundos, se pasa con el tiempo a la puesta a
punto de grandes espacios interiores, hacia "Adentro" por debajo de
la corteza de las esferas; siendo éste uno de los signos de máximo desarrollo
de las civilizaciones avanzadas intermedias. Angel Luis Fernández.
Da lo mejor de ti siempre.
Cuando alegras a los demás,
no tienes manera de evitar sentir alegría.
Enseñando a los demás,
no puedes dejar de aprender, de manera profunda y
sustancial.
No puedes forzar a nadie a comprenderte.
Sin embargo intentando sinceramente comprender,
lograrás ser comprendido.
La mejor manera de lograr que tu punto de vista sea
aceptado no es gritando.
Es escuchando como sabrás de qué manera hablar más
efectiva y convincentemente.
La mejor manera de ayudarte a ti mismo es ayudando
a los demás.
Esa hermosa paradoja es la base de la civilización
en su forma más maravillosa.
Cuanto más positivamente afecte tu vida a los
demás,
más brillantemente se reflejará
a su vez en ti.
Si te sientes un poquito deprimido, ofrece tu
bondad, tu cuidado, tu tiempo y tu atención a alguien. Y haciéndolo levantarás,
como mínimo, a dos personas.
Autor Desconocido
jueves, 1 de marzo de 2012
Cada día.
Cada día,
hagamos algo de lo que podamos sentirnos orgullosos al
día siguiente.
Cada día,
pensemos que es el primero,
para vivirlo con sorpresa;
y el último,
para aprovecharlo como nuestra última oportunidad.
Cada día,
busquemos nuestra felicidad
haciendo más feliz a algún otro.
Sembremos
una semilla
de cuyos frutos podamos vivir al día siguiente.
Renovemos
nuestro corazón de tal manera
que no quede amargura alguna para el día siguiente.
No guardemos
nuestras sonrisas de hoy para mañana.
Sólo podremos sonreír mañana,
si hemos sonreído hoy. -Desconozco a su autor.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)