martes, 22 de marzo de 2011

Los niveles de la verdad.


Existen muchos planos de consciencia: el físico, el emocional, el mental, el intuitivo, el espiritual, el monádico, el divino y el cósmico. Cada uno de ellos está compuesto de subniveles y tiene sus propias leyes. Lo que es verdad en un nivel o subnivel, no lo es necesariamente en el otro.

En la Tierra, por ejemplo, existen ciertas leyes en los planos materiales muy diferentes de otras, de los planos superiores. Es el caso de la ley de la subsistencia, de la lucha por la vida. Esta es verdadera para quien busca las cosas materiales en primer lugar. En el momento que la persona empieza a transformarse y a buscar el espíritu, entra en un nivel de consciencia más elevado (el físico, el emocional y el mental), la ley es la que anunció Cristo al mencionar los lirios del campo que, aunque no tejan ni hilen, se visten mejor que un glorioso rey.

¿Por qué los lirios del campo no tejen ni hilan y están mejor vestidos que los seres humanos?

Porque el reino vegetal sigue una ley superior, que el reino humano no acata: la de la pura donación. Una flor no es bella por motivos egoístas, sino en loor a la vida. Una verdura o una fruta no sufren cuando son usadas como alimento, pues la alegría del reino vegetal es servir a un reino superior a él.

Otra ley que el reino vegetal sigue es la de crecer en dirección a lo alto. Esto corresponde, en el reino humano, a la aspiración espiritual.

Vemos, pues, que cada plano tiene su verdad. Por eso, nadie puede descubrir la verdad completa; esta es develada gradualmente puesto que, por estar todos regidos por una ley evolutiva, siempre existe un plano más que aquel en el que nos encontramos, y en ese plano superior hay una verdad más amplia. Nuestra comprensión se expande continuamente si nos desapegamos de lo que ya sabemos y nos disponemos a transformarnos.

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