martes, 19 de julio de 2011

LA LEY UNIVERSAL DUAL



La Esencia de todo cuanto existe es Dios y aunque su manifestación es de una complejidad infinita, en principio lo percibimos de la forma más simple, que es como una gigantesca Estructura o una gran Unidad en la cual todo está relacionado entre sí. Al contemplar el Universo, la primera forma de percibirlo es también como una unidad, sin embargo sabemos que la unidad está compuesta de diferentes elementos, ya que toda unidad lleva implícita la diversidad. Para ir de la Unidad a la diversidad el primer paso es la dualidad (Dios Padre-Madre).

Todo tiene su cara y su dorso, anverso-reverso, interior-exterior, delante-detrás, positivo-negativo, masculino-femenino...etc. De esta forma, lo sepamos ver o no, cada pro tiene su contra y viceversa. Nada podría existir sin su opuesto respectivo.

Igual ocurre con la Ley, que también es dual. Todos los actos o fenómenos de la vida tienen su causa-efecto con su correspondiente causa-efecto opuesta, es decir, toda causa produce un efecto que a su vez repercute en otra causa y efecto opuestos. Si tenemos en cuenta los platillos de la balanza (símbolo de la Justicia) y en uno de ellos situamos lo positivo, en el platillo opuesto nos encontramos irremediablemente con lo negativo. El más leve movimiento que se produzca en uno de los platillos, repercute automáticamente en el otro. Por lo tanto, todo cuanto existe está sometido a esta Ley Universal dual en la que cada causa tiene su efecto, provocando a su vez otra causa y efecto opuestos.

Por ejemplo: Una fuerza (causa) impulsa el platillo positivo de la balanza. El platillo se mueve en una dirección (efecto). Automáticamente, el platillo opuesto o negativo se mueve en dirección contraria. La sabiduría popular aclara ese concepto mediante un refrán muy conocido que dice; 'no hay mal que por bien no venga'.

Esta Ley viene a demostrar que nada existe al azar, todo es una sucesión de hechos dentro de la gran cadena que fluye de la Energía Creadora. Toda la Creación está sujeta y regulada por esta Ley Universal dual.

Existe siempre una relación entre los acontecimientos, causas y efectos que provocan a su vez otras causas con sus efectos correspondientes, por lo tanto, los acontecimientos no son casuales, sino CAUSALES, es decir, debidos a una causa, lo cual demuestra que la casualidad no existe.

El ser humano al estar regulado por esta Ley puede construir su futuro, puesto que según sus actos así serán sus consecuencias. Lo que siembre recogerá.


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