miércoles, 15 de enero de 2014

Nada se debería juzgar porque nadie es juez de nada y nunca se cuenta con todos los elementos, premisas o recursos para un enjuiciamiento justo, pero, en cualquier caso, si se ha de juzgar por imperativos sociales, culturales o costumbristas, antes de hacerlo es necesario conocer bien a fondo todos los condicionamientos y circunstancias que concurren ya que nadie debería dejarse influenciar por los demás, por sistema, sino escuchar atentamente de forma activa porque para experimentar grandes retos es necesario expandir la consciencia, la propia esencia, y ciertamente antes de opinar sobre algo, es preciso informarse bien, a fin de poder pensar por uno mismo, de forma aséptica, y aunque es verdad que la independencia absoluta de pensamiento no existe porque, de una u otra manera, siempre se reciben influencias de otras personas, es preciso actuar con la máxima ecuanimidad y altura de miras porque una de las grandes dificultades de los temores es que no dejan crecer y vivir en plenitud, y ten muy claro que si no aprendes a afrontar tus propios miedos te encontrarás en una situación similar a la de pretender cosechar de un árbol que se riega con agua contaminada; te resultará complicado obtener buenos frutos.

Angel Luis Fernández.

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