miércoles, 26 de octubre de 2011

11:11 ...

 El 11:11 del reloj digital significa que el 11 de noviembre del 2011 a las 11 P.M. será el momento en que las espirales evolutivas de la dualidad y de la unidad se separen finalmente y se cierren del todo las tres grandes puertas dimensionales, pues será el principio de la inmersión en la siguiente densidad, lo cual será irreversible.
Seguramente por esta razón hay personas bien intencionadas, pero con una información errónea, que difunden doctrinas, liturgias y ejercicios que terminan confundiendo a quienes les escuchan. Es muy importante ahora erradicar la idea de que en el 2012 se va a producir una ascensión para ir a “casa” o a un lugar superior lejos de este enclave y que, por el contrario, lleguen a asumir que su “casa” está aquí, en Nungimecha, y que deben sentirse aquí como en su casa, porque ésta es la casa de todos.
Así pues, para encontrar los niveles adecuados de conciencia para esa transformación es necesario experimentar por uno mismo la Dualidad y la Unidad.
Por la misma razón, no falta los que hablan del 12:12 y ello también constituye una apreciación desafortunada. Desde siempre las grandes puertas de la esfera así como la de otros planetas, galaxias, cúmulos y universos se mueven por los números maestros que están compuestos por dígitos dobles, tales como el 11, 22, 33, 44, 55, 66, 77, 88, 99. Esta es la secuencia de Unidad y la Totalidad, sin embargo la visualización del 12:12 es dar un paso atrás.
También oiréis hablar a ciertos grupos de 11 puertas que es preciso atravesar antes de llegar al invierno del 2012, y se pasan visitando países para activar esas puertas (abrirlas), otros van a otros países a enterrar espejos, ayudar a la naturaleza, etc. Pero no se dan cuenta que lo único que realmente cabe hacer es subir los escalones espirituales. Cada escalón es una banda de energía nueva. La segunda banda de energía tiene una nota vibracional única. La segunda banda, por ejemplo, suena parecida a la nota Do.
Las emociones, el decir, la primera banda, significan ir haciendo una reevaluación continua de las viejas formas de sentir y amar. A medida que se pierda la vinculación con lo tradicional, lo cultural y las experiencias del pasado, aprenderéis a vivir y controlar vuestras emociones y, ciertamente, lo más importante para iniciar el proceso, es sanar vuestro corazón que es, en definitiva el espacio donde radican vuestras emociones.
La segunda banda es la que creara los vórtices de energía para una inserción más profunda en lo físico, actuando como generadores de resonancia.
La tercera banda es la conciencia global, donde se colapsan vuestros viejos patrones costumbristas y culturales.
La cuarta banda es la de las hebras de ADN, y que muchas veces experimentaréis, en ocasiones brevemente y otras en largos periodos. Esto hará que os conectéis con el futuro. Será un cambio de plaquetas, una disolución de velos. Habrá largas hebras de ADN que cambiaran su frecuencia vibratoria hasta ubicarse de nuevo en la molécula central y ésta quede calibrada para vuestro inminente paso evolutivo.
La quinta banda es la reconfiguración de vuestro laberinto evolutivo. Será una unión en espiral de los cuatro elementos. Es un cambio sutil, los cuatro elementos fusionados, las cuatro direcciones transformadas hará que os transforméis en seres verdaderos, auténticos y sobre todo honestos. Os hará seres nuevos y auténticos y os llevara a niveles vibracionales más altos.
La sexta banda significara estar conscientemente alerta. Os hará entrar en un sentimiento de responsabilidad para, de una manera consciente cimentar la unidad. Esto os hará más compasivo a todo lo que os rodea. Pero también es una de las bandas de energía más importante porque significa la elección o definición entre permanecer en la dualidad o la transformación de la unidad decidiendo lo que se quiere hacer y con quién se desea evolucionar. Esto implica alcanzar un punto de no retorno a lo pasado.
La séptima banda es la de ver lo que era invisible o no podíais ver bien. Es el tiempo de las visiones reveladoras, en el que los velos se disolverán alrededor vuestro. Desde este nivel podréis ver y sentir los hilos de vuestros seres entretejidos en un solo ser, ese es el momento en que entréis en acción.
La octava banda es el despertar del corazón, el ingreso al nuevo mundo de vuestro cuerpo emocional. Al despertar vuestro corazón, muchos elementos que percibíais como separados se fusionarán en uno solo. Esto significara la condensación del logro de vuestros más íntimos deseos personales, ingresando en vuestro verdadero destino y propósito al mismo tiempo que servís a los demás. De este modo, el corazón se constituirá en vuestro nuevo cimiento y así, todos vuestros propósitos futuros se construirán sobre esta base, una vez que vuestros nuevos cimientos vuelvan al amor puro y verdadero, volveréis a estar en el tiempo correcto y en el lugar correcto. El reino del amor más puro y verdadero se activará dentro de nosotros; se tratará del amor más fuerte y verdadero que jamás hayáis conocido. Por eso esta banda es muy importante, pero a la misma vez muy delicada ya que decide muchas cosas. Entonces será el tiempo de la reconexión, reconexión con vuestro propósito verdadero, reconexión con la persona clave para vuestro futuro, reconexión con los lugares correctos y reconexión con vuestro Amor verdadero.
La novena banda es la de la comunicación. Pasareis a través de una membrana que ha mantenido separados todos los elementos en vuestro interior, que están predestinados a unirse en Unión Sagrada, de forma que al disolverse esta membrana, puedan ingresar al Mundo de la comunicación y del conocimiento, una comunicación sublime impregnada de amor, cuya revelación hasta el mismo núcleo del signo es intensa y autentica, experimentando el máximo nivel de éxtasis; por otra parte, mucho más real que cualquier cosa que podáis imaginar.
La décima banda es la conformación de una nueva esfera: ¡un nuevo planeta! En el que comenzaréis a salir del mapa de lo conocido, provocando un cambio a nivel celular central. ¡Nada volverá a ser como antes! Vuestra dinámica central será de una integridad constante, de profundas convicciones y compromisos con el Todo y con Todos, cruzando un punto “sin retorno” de entrada en una matriz totalmente nueva.
Estas bandas de energía elevaran vuestra vibración dimensional, y os conectaran con la naturaleza y el universo. De este modo, volveréis a ser vosotros mismos, sin sometimientos, sin lastres, libres. Y así será por siempre, para siempre.
Mensajeros de la Luz- Angel Luis Fernández

www.esdeihewe.com

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