martes, 1 de noviembre de 2011

Vibraciones

“Nada está inmóvil, todo se mueve y todo vibra”, reza un principio universal. El pensamiento positivo vibra en altas frecuencias y reviste el alma de colores claros brillantes y luminosos. El pensamiento negativo vibra lentamente, por su baja frecuencia, y sus colores son opacos; cuanto más negativos, tanto más sombríos y tanto más bajo el tono de su sonido.
Los estados de ánimo vibran y lanzan vibraciones en sonido y colores creando ambientes positivos o energéticamente negativos. Todos los pensamientos, sentimientos y estados mentales se proyectan al exterior de las personas que los crean y van afectando a las personas que entran en el radio de influencia de esos estados, así como lo hacen las vibraciones emitidas por instrumentos musicales; estas vibraciones afectan bien o menos bien a otras mentes, aumentando los estados emocionales mentales que están a tono con ellas, creando así una acción en cadena. Por ejemplo, si tú te encolerizas, cargas los ambientes donde vives de energía negativa y proyectas vibraciones de ira, las cuales son atraídas magnéticamente por otras personas que estén también encolerizadas o que presenten emociones o estados de ánimos afines, generando en consecuencia un proceso de amplificación de esas ondas y ambientes negativos.
Así creamos nuestros propios campos vibratorios y nuestros ambientes humanos, positivos o negativos.
Esdras Rasit.

No hay comentarios:

Publicar un comentario