Comienza cada día...

Comienza cada día con una sonrisa en tu corazón.

Da gracias por el nuevo día, por las nuevas oportunidades que te esperan, por la experiencia que aguarda por ti.

Bendice tus alimentos y tomate el tiempo suficiente para disfrutarlos.

En el transcurso del día si te encuentras con una situación de enfado, ira o cualquier tipo de angustia recuerda centrarte y liberar todo lo que sientes perdonando y perdonándote. Recuerda también que nada es personal, nada es lo que parece, descubre que puedes cambiar este estado y que tú eres el que elige a cada instante, por lo tanto, elige la felicidad siempre.

Se consciente de tus semejantes, respétalos y ayuda ahí en donde sea necesario. No hace falta hacer grandes sacrificios por los demás, un buen día, buenas tardes, un cómo te sientes, un abrazo a tiempo, una palabra justa o un simple silencio son suficientes muestras de amor. Dedícate un momento del día para cautivarte con la belleza de la Naturaleza. Déjate impregnar del amor de la Madre Tierra, recorre con asombro toda la abundancia que te rodea y siente que bendito eres al poder recibirla.

Siempre regálate la oportunidad de pasar un grato momento con tus seres queridos, si tienes niños déjate bendecir con su presencia y vuélvete como ellos. Los niños nos enseñan a ser simples, amorosos, a tener paciencia y a disfrutar de este maravilloso juego que es la Vida.

Al finalizar el día no bajes el telón sin antes olvidar y agradecer todos los momento que no han sido positivos en tu día también recuerda y agradece todos aquellos sucesos positivos . Ambos sucesos son bendiciones aunque no lo parezca todo tiene su por qué y su enseñanza. Sé, por lo tanto, comprensivo, paciente, humilde y bendice todos los días de tu vida. Recuerda que eres muy privilegiado de poder estar aquí en estos tiempos. Feliz Día!!!! por Din Raam- Cecilia