martes, 28 de febrero de 2012

Reflexión.


En los tiempos difíciles es normal que os sintáis frustrados y cansados, pero debéis saber que a vuestro alrededor siempre hay muchos seres de luz, unos físicos y otros no, que siempre os hablan aunque no les oigáis y que quieren ayudaros a mejorar y ascender, que sienten un deseo profundo de comunicarse con vosotros y ahora ha llegado el tiemplo, todo está cambiando a vuestro favor, y sentís algo así como un surtidor que bombea energía en todas direcciones que os permitirá observar cómo crece la hierba, y cómo se manifiesta vuestra esencia tras la densa espera después de la tormenta.

Al final, todo pasará y dejando fluir todo lo que veis, reconoceréis que todo tiene un principio y un final, que en realidad siempre se trata de lo mismo; un fluir hacia el infinito. Estos seres de luz pueden facilitar vuestros cambios, pueden estar con vosotros cada vez que se lo pidáis. Sólo habréis de llamarles suavemente, dulcemente, y estarán a vuestro lado, y los percibiréis claramente de forma resplandeciente en vuestro centro corazón, y así cuando les abráis vuestro pecho vuestra alegría será la de ellos, vuestro dolor estará en ellos, porque ellos son vosotros. Estarán emocionalmente con vosotros en las dificultades aunque no podrán cambiarlas, sólo pueden esperar a que todo se equilibre de nuevo.


Dentro de vosotros está el misterio de todo lo que existe, la verdad, el fluir, de manera que ellos sólo os inspiran para que lo busquéis y lo encontréis. Cuando al fin los percibáis, os daréis cuenta de que siempre habían estado cerca, de que todo ha sido siempre perfecto, y que nunca faltaron a vuestra llamada, sólo que no los podíais ver porque estabais preocupados, cansados, y llenos de temores y, ciertamente, todo resulta más difícil así.


En esos momentos en que no encontráis motivos para vivir y continuar, ellos están ahí e intentan deciros que solo se trata de algo pasajero, porque estáis bloqueando la risa y el amor que intenta salir a borbotones de vuestro pecho y de vuestra esencia. Y todos sois por naturaleza seres felices, amorosos, sencillos y despiertos, pero intentáis no veros así y creer todo lo contrario. Ellos os han inspirado durante muchas vidas y ahora se encuentran en vuestro cuerpo y en vuestra esencia, son Mensajeros Alados de la Luz, que viajan por el universo buscando vuestra vida y vuestra alegría, por eso es tiempo de despertar y descubrir cómo fluye la vida desde vuestro centro hacia todo lo que camina junto a vosotros y entender que ellos son vuestra risa, vuestra felicidad y vuestra alegría, en definitiva, vuestra presencia dorada. Seguramente conocéis o habéis oído hablar de muchos nombres, y es que hay tantos ángeles y maestros y nombres de seres ascendidos que cualquiera puede ser quien llegue hasta vosotros, pero en realidad todos son uno solo, aunque se vuelven más para que les encontréis más fácilmente, de manera que cuando alguien perfila en su mente que su guía sea moreno, alto y grande, seguramente encontrará a un maestro llamado Jesús, y cuando busquen la presencia de un Rafael o un ángel alado que galopa por el cielo encontrarán a otro, y así hasta cuando queráis, pero la verdad es que no hay diferencia, porque todos sois la misma familia y estáis llamando siempre desde un mismo lugar. Esos seres no tienen preferencias, ni mucho menos. Como guías inspiradores saben que vosotros preferís esa forma de verles, diferentes, con cualidades humanas, algunos con defectos, pero grandes y hermosos, no tienen rostro definido como vosotros, eso no tendría sentido, ni poseen ningún cuerpo, son solo luz, están hechos de otra forma, en otro universo o lugar paralelo, donde todo es diferente y no existe lo que vosotros conocéis aquí, de hecho, ya sabéis que vuestro propio cuerpo es algo temporal, intangible para ellos, igual que para vosotros el de ellos resulta invisible e intangible, así que no pueden ver vuestro cuerpo porque son de otra forma y otro espacio donde no tiene cabida la materia tal y como la conocéis, por lo que tampoco pueden percibir la materia. Eso sí, ellos son y están y saben que vosotros también sois y estáis y saben lo que sois y lo que sentís juntos y lo que sois en verdad. Angel Luis Fernández.

No hay comentarios:

Publicar un comentario